La Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Histórico se comprometió a llevar adelante la tarea. Así lo confirmó la secretaria de Cultura municipal.
La Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Histórico informó que trabajará para poner en valor la Casa del Puente, una joya arquitectónica del siglo XX diseñada por Amancio Williams.
La información fue dada a conocer por la secretaria de Cultura municipal, Silvana Rojas, quien recibió la promesa de parte de Teresa de Anchorena, presidenta de Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Histórico, Teresa de Anchorena.
“Ella me dio una noticia fantástica: pondrán en valor la Casa del Puente porque es un lugar referente e importantísimo de nuestra ciudad, como también del país y el mundo. Ponerla en valor es dejarla tal cual la había hecho Amancio Williams”, manifestó la funcionaria local en un comunicado de prensa.
Joya arquitectónica
Construida en 1943 por Amancio Williams para su padre, el compositor Alberto Williams, la Casa del Puente (una casa-estudio) se asoma en medio de una reserva ecológica cubierta de gramíneas, pajas bravas y robles que preservan el escenario ambiental de años atrás, aunque su elemento disparador, el arroyo que le dio vida, hoy brilla por su ausencia.
Enmarcada en el movimiento moderno, la obra -construida en hormigón y decorada con piedrilla roja de Olavarría- fue concebida a partir de una estructura espacial que se desprende del suelo, formando un arco que une las orillas del arroyo Las Chacras y cuyo interior se eleva a las copas de los árboles, recalcando así la importancia de lo visual, de adentro hacia afuera.
Reconocida por maestros como Le Corbusier, André Bloc, Kenneth Frampton, Walter Gropius y Frank Lloyd Wright, esta obra clave de la arquitectura latinoamericana “es un alarde de la síntesis y la argentinidad”, señaló Di Iorio.
La primera de estas referencias es su propietario, Alberto Williams, un compositor que se propuso recuperar los valores de la música popular argentina en un contexto estético europeo que en 1938 preside la comisión encargada de dar forma al himno nacional, entonado en la actualidad.
Diseñada especialmente por su hijo Amancio Williams (arquitecto, artista plástico, aviador e ingeniero), la estructura combina hogar y estudio musical; es que en su interior el sonido adquiere una vibración auténtica y trasparente que no hay dudas fue pensada para uno hombre de notas musicales.
La segunda es el terreno -comprado de remate por Williams padre en 1942-, cuyo curso de agua es significativo: “Amancio podría haber construido en cualquier lugar pero decide hacerlo en medio del arroyo, que además del desafío estético es muy particular porque es el fundacional de Mar del Plata”, destacó Di Iorio.
Así, el entorno ambiental también hace escala directa con la argentinidad, “el parque no está trazado con canteros de flores al estilo europeo, conserva una porción del pasaje genuino de La Pampa.
Amancio deja todo natural, respetando su libre devenir. No tiró ningún árbol para su construcción”, dice la directora, arquitecta especialista en patrimonio. El interior de la casa, envuelta de ventanas con vista a las copas de los árboles, es una suerte de locales en secuencias abiertos en una enorme galería, cuya división, con placas de madera, separa lo público de lo privado: por un lado, un amplio living con hogar a leña; por el otro, la cocina, las habitaciones y los dos baños.